1.9.06

El Buitre

Lo siento tras de mi en un vuelo bajo, misterioso, silente y amenazador.
No quiero mirarlo, quisiera ignorar que está allí.
Cada paso que doy no me acerca sino que parece alejarme aún más de un destino que no conozco y al cuál no hay forma de llegar. Pero sigo caminando.

Siento su presencia, cierro los ojos y parece mover el aire. Se que no se irá, permanecerá allí, impasible, esperando el anunciado final, ni un minuto antes.

Fijo mi vista en un lejano horizonte siempre igual, mis pies ya cansados y lacerados saben que no hay meta pero igual continúan adelante, como si siguiendo fueran a llegar a algún lugar, como si pudiesen escapar de su vuelo.

Y allí sigue aún. Me ha vencido ¿O sólo esperó a que yo me rindiera? Da lo mismo.

En este lugar caeré, en este lugar él cumplirá su cometido.
Perseveró más que yo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Que gran relato!Parece una persecución de presas en la que hay un ganador y un perdedor.Parece a lo que ocurre en la naturaleza cuando por ejemplo un ave voladora quiere cazar a un ratón.El ratón corre y corre para escaparse de su víctima pero, a medida que corre se va sintiendo cada vez más y más fatigado; hasta que el ave caza a su víctima,a su alimento.

Buena entrada.Te he agregado a mis links para tenerte más a mano.

Besos lejanos.

ignatiusmismo dijo...

Bonita metáfora... Hay males que nos acechan y que, si no perseveramos lo suficiente ante la posibilidad de su presencia, nos alcanzan y nos aquejan... Saludos Bar

Celeste Sánchez Goldar dijo...

Quien no tiene apuro tiene más perseverancia. La muerte nunca tiene apuro, como algunas otras cosas un poco peores.