15.5.07

Veinte años de historia en cuatro monólogos. Parte 1

La década del ochenta. Los comienzos...

Borges no recibía el premio Nobel, pero sí algún otro premio menor, a la vez que se quejaba porque Ravhindranath Tagoré sí era galardonado con el preciado galardón sueco.
Según Borges le dieron el premio porque usaba túnica y turbante, está bien; podemos perdonarle a Borges no haber leído ningún libro de Tagoré pero entonces ¿Como hizo para ver la túnica y el turbante?

Reutemann comparte equipo con uno de los más grandes de todos los tiempos, Gilles Villeneuve. Como siempre estaba a su sombra, ya que Gilles tenía la mala costumbre de sobrepasar autos durante las carreras, nuestro compatriota decide cambiar de equipo para intentar ser campeón.
Reutemann pasa a Williams pero no sale campeón del mundo de Fórmula Uno, sale segundo detrás de Alan Jones pero delante de Nelson Piquet; por suerte al año siguiente la situación sería al revés....
Reutemann vuelve a salir segundo, pero detrás de Nelson Piquet y delante de Alan Jones.

Estados Unidos invade Granada porque hacía como dos años que no invadía nada y sus soldados se estaban poniendo gordos. Reagan intenta matar a todo el mundo (de risa) al decretar el estado de emergencia nacional por el “peligro para la supervivencia de la nación” que representaba el triunfo de los Sandinistas en Nicaragua, ya que este país estaba a sólo dos días en auto. Hubiese sido un ataque comparable a los saqueos de los bárbaros a Roma, sólo imagínese las temibles hordas sandinistas avanzando en sus diabólicos autos saqueando todos los bienes, destruyendo todo lo posible y violando a las indefensas mujeres; sin duda un ataque irresistible; Ortega hubiese sido Attila y los sandinistas los Hunos.
Para no repetir el mismo error que los Emperadores romanos y evitar la inminente caída, Su Alteza Imperial Actoral Ronald Reagan decide enviar sus tropas (bahhh, no eran suyas, eran mercenarias pero para el caso servían igual) emulando a las Legiones, aunque la Contra tenía más de Guardia Pretoriana que de Legión.

Por el otro lado del mundo, en la “Patria de todos los trabajadores”, Andropov es elegido Secretario General y Jefe de Estado por el Comité Central del Partido Comunista de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, que a su vez había sido elegido por el Politburó, que a su vez era elegido por los Comités Regionales del Partido Comunista de la Unión Soviética, cuyos miembros eran elegidos por los Consejos de los Comisarios del Pueblo, integrantes de la Nomenklatura, que eran elegidos por los Soviets Supremos de cada República, que también tenían el deber de elegir al Soviet Supremo Federal, que tendría la importante función de elegir al Consejo de Ministros. ¿Burocratización? No, ni ahí.

Encima Andropov se muere, y se lo tiene que reemplazar por Breznev.... que también se muere y es reemplazado por Chernenko, todo siguiendo el mismo proceso anteriormente descrito. Para no desentonar, el cuerpo del camarada Chernenko también se transforma en materia sin vida o, dicho en términos occidentales, también se muere.
Parece que la atención en el Kremlin no era de lo mejor, así que pierde su título de Geriátrico mas Exclusivo del Mundo y dicho puesto será ocupado de ahí en más por quien lo detentaba desde hace casi dos mil años, la Curia Romana.

En China hacía poco que había muerto Mao, y es reemplazado por Den Xiao Pin, de ahí en más mucho no se sabía. La China de entonces no era la China de ahora y menos la de mañana; lo peor es que no se si debo ponerme triste o contento. Ya se, mejor que me sea indiferente, China esta muy lejos y tiene mil millones de Chinos para que se preocupen por sus problemas políticos; dicen que el gobierno también tiene mil millones de balas para poner en la nuca de los que se preocupen demasiado.

Pero todo esto era afuera, seguramente en nuestro país algo interesante también pasaba....

Jonnhy Walker Galtieri (etiqueta negra, nunca roja) se va calladito después de ya sabemos que, y en su reemplazo llega Bignone para organizar el repliegue, la retirada, la huída o como le quieran llamar.
La apertura democrática produce la vuelta al ruedo de algunos viejos políticos, la vuelta de otros ya demasiado viejos y la aparición de algunos nuevos muy parecidos a los viejos y a los demasiados viejos.

Surge don Raúl Ricardo denunciando un pacto militar sindical para otorgar impunidad a los primeros y dinero a los segundos, como se ve no había cambiado mucho la cosa y los dos sectores seguían con sus pretensiones de siempre. Consultado sobre esta posibilidad un molesto Lorenzo Miguel contestó enfáticamente: – Negativo Señor !!!
Al mismo tiempo un Coronel en actividad (debería revisarse la definición que los militares dan a esa palabra, actividad supone “hacer algo”), vestido con su uniforme de gala pero en lugar de su gorra un pañuelo con cuatro nudos, negaba también toda posibilidad de un pacto entre ellos y los “compañeros sindicalistas”

También se mantiene en escena, ya que no podemos decir que alguna vez se haya ido, Don Álvaro; este personaje crea la Unión de Centro Democrático: Unión porque era una unión de banqueros, industriales, terratenientes, militares, etc. Centro porque eran de derecha pero era un quemo decirlo, y como si decían izquierda no les creía nadie le tiraron al medio.
En cuanto a lo de democrático, la explicación la voy a dejar librada a vuestra más delirante imaginación, no quiero desvariar tanto porque las sesiones con el psicólogo me cuestan caras y ponerme a analizar por qué este individuo titula a su partido como democrático me hará gastar mucho dinero en horas de diván.

Pero no sólo Don Álvaro crea su partido, también Don Búfalo aparece con su nueva creación, el Partido Intransigente, con un slogan un poco piantavotos “Para popular no pida Perón, pida PI”. Su partido se definía (perdón, se define, cierto que aún existe, aunque muchos le digan Partido Insignificante) como Nacional, Popular, Revolucionario y Antiimperialista. Ahora entiendo!!! Cuando decía no pida Perón hablaba de Isabel.

También anduvo por allí Estévez Boero , que primero formó el Partido Socialista Argentino, luego formo el Movimiento de Acción Popular Argentino y después algunos otros grupos más; cuando todo esto se rompió don Boero Estanciero tomo lo poquito que le había quedado de cada uno y formó el Partido Socialista Popular, que sufriría una pequeña escisión que se llamó Partido Socialista Unificado. Si, si, leyeron bien, u-n-i-f-i-c-a-d-o.

Pero a la hora de hablar de divisiones no hay como la izquierda vernácula, la tradicional, la roja, la de hoces y martillos, esa si que sabe dividirse con clase (perdón, se me escapó esa palabra, mejor digo que sabe dividirse con altura).
Por esta época el PO era dirigido por un tal Gregorio Flores, que a su vez fue el candidato a presidente, la principal propuesta de campaña era la destrucción del Estado burgués; yo aún hoy no me explico como con una propuesta tan tranquilizadora, tan marketinera, sobre todo para ese momento histórico, los obreros votaron a cualquiera menos al Partido Obrero.

Aparece también Luis Zamora, que crea el MAS, partido abierto a todos los deMAS que pensaran como él, ya que se autodefinía como la única izquierda verdadera, con exclusión de todos los deMAS, y critica a los deMAS por ser tan dogmáticos de creerse dueños de la verdad cuando el único dueño es él.

Por su parte el PC criticaba a todos los otros sectores de la izquierda por ir separados y así no llegar a nada, por eso ellos apoyaban la fórmula Luder-Vittel, jajajaja... ¿Gorila el PC? ... No!!!
Por fin había logrado ver en el peronismo algo positivo, claro, cincuenta años después de su nacimiento y de haber colaborado con su caída. Pero bueno, las decisiones tardan en aplicarse, sobre todo cuando se toman en Moscú y llegan acá por correo.

Y ahora que nombro al PJ, me acuerdo que no hable de él, sepan disculparme, pasa que no suelo recordar algo para hablar de gente que no habla, suerte que al silencio de Luder se le contraponían los excesos verbales de Herminio, aunque al final se excedió en los excesos y no fue tanta suerte. ..

1 comentario:

Mr Montoto dijo...

A Borges le contaron lo de la túnica y el turbante de Tagore. Vamos, qué la mejor pregunta al caso sería cómo seguñía publicando libros si era ciego.